La morcilla de calabaza es el resultado de una mezcla artesana de una carne selecta de cerdo y una verdura otoñal, que aporta un color naranja y trae consigo un dulzor natural que hará las delicias de aquellos con los que comparta mesa. Su tono brillante y su textura suave y cremosa hacen que sea un auténtico espectáculo para los sentidos.