El ciervo se engloba dentro de las carnes silvestres. Tiene un sabor similar a la del buey, aunque es mucho más ligera y las fibras son más cortas y tiernas. Tiene menos calorías, colesterol y grasa que la mayoría de los cortes del buey, el cerdo o el cordero, y es una excelente fuente de micronutrientes como la niacina, potasio, fósforo, hierro, selenio y zinc. La carne de ciervo, al aportar poca grasa y una cantidad moderada de calorías, puede introducirse sin problemas en dietas de adelgazamiento, siempre y cuando no la cocinemos con demasiado aceite.