Al margen de su sabor y textura, que recuerda más a la carne roja de vaca que al cordero, una de las grandes ventajas de cocinar oveja es que estamos ante un animal mucho más grande de lo que estamos acostumbrados en lo que respecta al ovino. Cuenta con una carne aterciopelada, sabor más original y que no tiene nada que ver con el cordero tradicional.