Raúl Sánchez de Castro, concede una entrevista al Periódico Hoy y nos traslada «Procuramos ser distintos a los demás y nos adaptamos al cliente»
Badajoz. Más de tres décadas forjan a golpe de tradición y amor por Extremadura la historia de lo que comenzó siendo un humilde sueño y hoy es una realidad como empresa familiar. Cárnicas Dibe S. L. nació en el año 1979. En la región extremeña se asentó en 2008 y su gerente es Raúl Sánchez de Castro.
–¿Con qué filosofía nació esta empresa?
Nacemos de una pequeña carnicería que mi madre heredó de mi bisabuela con 16 años al jubilarse ésta. Mi padre, trabajador de Telefónica en la década de los 70, procede de padre y abuelo carnicero, por lo que decidieron que lo mejor era dedicarse a este sector. Y así empezó todo. Poco a poco, con mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio, hemos ido creciendo hasta el
dia de hoy.
–¿Con qué instalaciones cuentan?
Contamos con una instalaciones de algo más de 4.000 metros cuadrados, que fueron inauguradas en 2008 en El Gordo, provincia de Cáceres. Son unas modernas instalaciones donde contamos con todas las líneas de producción, maquinaria y tecnología que precisamos para poder garantizar que nuestros productos cumplan con los estándares de calidad que deseamos.
–¿Qué productos ofrecen?
Trabajamos principalmente carnes de caza, pero también toro de lidia, ovino, porcino y vacuno. La caza supone el 70% del volumen de negocio, pero debemos buscar otras alternativas al ser la caza una actividad que no genera trabajo el año completo. Ofrecemos todo tipo de carnes frescas y congeladas, embutidos, cecinas y elaborados, así como jamones de cerdo
blanco e ibérico.
–¿Por qué se caracterizan?
Sólo hay un camino. Ser los mejores en atención, en servicio, en calidad y en garantía sanitaria. Tenemos un equipo humano de 120 trabajadores, liderado por gente joven, dinámica y entusiasta, que trabajan con alegría e ilusión por lo que hacen. Esa es la base de nuestra empresa. Siempre tratamos de dar el mejor servicio y atención a clientes y proveedores; crear el mejor producto acorde a la relación calidad / precio. Procuramos ser distintos a los demás y nos adaptamos a todas las exigencias que nos pueda plantear un cliente, pero siempre manteniendo la calidad y garantía de nuestros productos.
–¿Hasta qué lugares llegan sus productos y que producción manejan?
Servimos nuestros productos por toda España y toda Europa, por varios países de Asia y algunos de África y América. Cada producto tiene su mercado y enviamos a cualquier
punto remoto de ambos continentes. Como caso curioso puedo decir que hasta Georgia mandamos embutidos de jabalí con gran aceptación en el mercado. La producción anual puede estar en cinco millones de kilos de carne.
–¿Se plantean llegar a otros mercados?
Nuestra idea es seguir creciendo y buscando nichos en distintos mercados. Llevar a cualquier rincón del mundo los productos que fabricamos en Dibe es una gran satisfacción y habrá que seguir trabajando en ello. Nunca nos pondremos límites donde poder suministrar lo que fabricamos.
–¿A qué retos se enfrenta el sector de la caza?
El sector de la carne de caza actualmente vive con unos altos precios en campo, aunque no se ven representados al mismo nivel en la venta en Europa. Es cierto que hay una tendencia de precios muy al alza en estos últimos meses y con un incremento muy importante en el ciervo. Esperemos que el mercado y el consumo puedan asimilar estos precios tan altos de compra.
La carne de caza necesita un impulso grande, hay que dar a conocer sus virtudes y características y vender lo que realmente es: carne sana, natural, saludable, rica en proteínas y baja en grasas.
–¿Qué se puede hacer para aumentar el consumo de este tipo de carne?
Desde Asiccaza trabajan en eliminar las trabas que se encuentra la carne de caza, fomentar su consumo y hablar de todas las virtudes que tiene. Es un proceso largo y lento, pero creo que se conseguirán los objetivos marcados. Es básico y necesario que la gente conozca las bondades de estas carnes y rompan el miedo a su consumo.