Morcilla de Calabaza y su tradicion extremeña

La morcilla de calabaza es el resultado de una mezcla artesana de una carne selecta de cerdo y una verdura otoñal, que aporta un color naranja y trae consigo un dulzor natural que hará las delicias de aquellos con los que comparta mesa. Su tono brillante y su textura suave y cremosa hacen que sea un auténtico espectáculo para los sentidos.

La morcilla de calabaza es un plato típico de las regiones Extremeñas de Las Hurdes y La Vera. Está compuesta de calabaza, papada de cerdo, cebolla, pimentón, sal y orégano, entre otros muchos ingredientes y se puede disfrutar tanto en frío como en caliente.

La morcilla de calabaza tiene su origen en el siglo XVIII durante en tiempos de escasez de alimentos, la carne se sustituía por calabaza.

Es uno de los embutidos tradicionales de la región de Extremadura, aunque también está presente a largo de la geografía nacional, en numerosas fiestas y celebraciones como en los carnavales de Malpartida (Cáceres) y en provincias limítrofes como Ávila.

Es un alimento de mucha calidad y consta de grandes propiedades nutricionales. Actualmente, tiene gran popularidad dentro de la cocina moderna, ya que su sabor y su textura la convierten en un alimento muy versátil a la hora de combinarse como ingrediente en elaboraciones culinarias.Es un plato rico en proteínas, hierro, potasio y vitaminas B3 y B2 entre otras.

Lo bueno de este plato es que los sabores combinan a la perfección. Además, añadir verdura a la morcilla equilibra la ingesta calórica y aporta propiedades beneficiosas para la salud.

Como entrante o aperitivo, acompañada con un trozo de pan, la morcilla de calabaza nunca defrauda. El picadillo que se elabora a continuación se suele introducir en tripas y secar para luego utilizarlo en cocidos o solo.

Además, la morcilla de calabaza es una opción más saludable que la morcilla tradicional, ya que la calabaza aporta una gran cantidad de vitaminas y nutrientes, ¡así que podrás disfrutar de ella sin remordimientos!